viernes, 17 de diciembre de 2010

Cuerpo y pensamiento al servicio de la libertad plena

bas Jan Ader formó parte de la primera generación de artistas conceptuales que daban volteretas por Los Angeles a mediados de los sesenta. En la adolescencia estudió en la Academia Rietveld de Amsterdam y más tarde se graduó en Arte en Estados Unidos, donde permaneció la mayor parte de su vida trabajando en la Universidad de California y algunas instituciones más. Este hombre, que se tiró en bicicleta a un canal de Amsterdam y que más tarde se lanzó rodando por el tejado de su casa para arrojar con él ideologías y tradiciones, logró con sus acciones construir una narrativa de la acción basada en la pérdida de control absoluta del actor, cuerpo y pensamiento al servicio de la libertad plena. Probablemente su pieza más popular es un cortometraje grabado en 1970 y titulado I'm too sad to tell you. Tras un breve título aparece el propio Ader llorando y gimiendo bajo los preceptos de la comedia slapstick que implica "exageración de la violencia física excediendo los límites del sentido común", para situar el contenido y la estética en un primer plano conceptual, de la imágen a la idea, muy cercano a lo que también hacía Chris Burden, otro puto amo. Unos tipos que no entendían un arte que no fuese subversión, ironía, y en el caso de Ader, una especie de neoromanticismo dramático muy sensual.

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